
Esta mañana a las 8, salíamos Kollegen und Antonio Jose Manuel, más el que os escribe, con la intención de superar el alto del Obac, por la cara de Vacarisses. Un puertecico exigente con rampas considerables.
Bajo una dulce y agradecida llovizna, producida básicamente por la humedad que se respiraba, hemos llegado arriba donde hemos repuesto los depósitos de azúcar. En la bajada hemos extremado la precaución por los precedentes ocurridos recientemente, pero en ningún momento ha supuesto ningún riesgo.
En definitiva, un entrenamiento exigente, de 90 kilometros, con un desnivel acumulado de 800 metros y una media de 24 kms/h.
Das gut, que quiere decir, que no esta nada, pero que nada mal.
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